‘Loving’ (2016): Tell the judge I love my wife

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«Tell the judge I love my wife» (Dígale al juez que amo a mi esposa). Pocas frases llegan con tanta profundidad a la sensibilidad del espectador como esta. | Por Marc Barquet

Por Marc Barquet

«Tell the judge I love my wife» («Dígale al juez que amo a mi esposa»). Pocas frases llegan con tanta profundidad a la sensibilidad del espectador como esta, y es que tanto el director como el elenco protagonista de Loving consiguen crear un ambiente y un escenario idílico para que esta frase quede insertada en la mente del espectador al salir del cine a manos de un cuidadosamente caracterizado Joel Edgerton como Richard Loving.

Una historia verídica de amor interracial en los años 50 en un estado arcaico y retrogrado como el de Virginia en ese momento es un cóctel perfecto para un director que quiera hacer un film a lo Hollywood style lleno de dramatismo y escenas grandilocuentes con grandes celebrities que lleven el largometraje al top 1 de audiencia en menos de una semana. Por suerte, el director Jeff Nichols se aleja de esa idea tan tentativa y busca dar una mirada verdaderamente realista y fiel a una historia increíblemente significativa para el avance de la sociedad respecto a los derechos civiles, especialmente del colectivo afroamericano.

La actuación y el trabajo interpretativo de Ruth Negga como Mildred Loving es indiscutiblemente digno de admiración. La joven actriz británica consigue la empatía del espectador desde su primera escena sin la necesidad de un guión grandilocuente, sino tan solo con su mirada, su frágil e inocente caída de ojos y su voz meliflua; pura vulnerabilidad en una actuación que dejó sin ninguna duda las razones de su primera nominación al Oscar en la categoría de mejor actriz.

Nichols consigue un gran acierto en la distribución de escenas a lo largo de la película. El llamativo leitmotiv a lo largo del largometraje caracterizado por la mezcla de escenas de alto contenido emocional con sus correspondientes escenas sin diálogo, centradas en las expresiones de los protagonistas con un silencio o a ritmo de unas simples notas de piano permiten al espectador digerir lo que ha pasado en la escena anterior y crear un juicio de valor, dando cabida a una catarsis más que trabajada y justificable.

Una vez más, queda latente que el trabajo y la química entre los protagonistas de una película son mucho más fuertes que el diálogo que puedan utilizar. De hecho, sin un solo «I love you» en toda la cinta, Edgerton y Negga consiguen convencer al público de su complicidad y amor puro a través de miradas e irónicamente conversaciones vacías llenas de matices.

En definitiva, Loving es una clara metáfora de la impotencia y lucha del amor interracial en los Estados Unidos durante los años 50 perfectamente caracterizada (acentos, vestuario, localizaciones…) e interpretada por Joel Edgerton y Ruth Negga, un dúo simplemente extraordinario que consigue atrapar al público con su sencillez y vulnerabilidad ante tales hechos deleznables que la pareja tuvo que sufrir y que marcaron un antes y un después en la lucha por el matrimonio de diferente raza.

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