La Berlinale resiste a la pandemia
En estos últimos días, la organización del certamen ha ido dando a conocer información de esta atípica edición, sacando por fin a la luz las películas que en junio competirán por el Oso de Oro. | Por Ferran Calvet
Por Ferran Calvet
A finales de febrero del año pasado, se celebraba en Berlín el último festival enmarcado dentro de la vieja normalidad. Por aquel entonces, el virus se veía como una amenaza distante, una sombra que comenzaba a oscurecer algunos países europeos como Italia, pero que parecía que en Europa no provocaría nada más grave que algunos contagios controlados, además de poner a prueba algunas políticas relacionadas con las gestiones sanitarias.
No se sabe si fue porque la pandemia obligó a anular los festivales de referencia consiguientes (principalmente Canes) o porque el nivel de la Berlinale fue altísimo, pero la mayor parte de películas de referencia del 2020 se estrenaron en los Palast berlineses: First Cow, Le sel des larmes, Never rarely sometimes always, etc. Igual a nivel español con la película Las niñas o Entre perro y lobo.
En este recién estrenado año, todavía lejano de la normalidad que nos permitía llenar las salas sin dejar asientos libres de por medio, la Berlinale se perfila como el horizonte cinéfilo por excelencia, un espacio consolidado en el segundo año de dirección artística de Carlo Chatrian, cuya presencia asegura unas selecciones acuradas y comprometidas con las tendencias sociales y cinematográficas del momento.
También por culpa de la pandemia, las fechas de esta 71ª edición de la Berlinale serán atípicas. Del 1 al 5 de marzo se celebrará el evento anual que el festival dedica a la industria, en el que se incluye el European Film Market. Aun así, el festival dirigido a público y prensa se desplaza hasta junio, concretamente del 9 al 20 de este mes, unos días que en principio se intentarán parecer lo máximo posible a las Berlinales de la vieja normalidad. Sin la presencia del frío, eso sí.
En estos últimos días, la organización del certamen ha ido dando a conocer información de esta atípica edición, sacando por fin a la luz las películas que en junio competirán por el Oso de Oro, certamen que el año pasado se llevó Mohammad Rasoulof por There is no evil. En la cabeza del cartel, se encuentran las nuevas propuestas de nombres que llevan años (algunos más y otros menos) sonando en el panorama cinéfilo internacional: Hong Sang-soo con Introduction, Céline Sciamma con Petite Maman, Xavier Beauvais con Albatros o Radu Jude con Bad Luck Banging or Loony Porn.
Otros títulos que llaman la atención de la competición oficial son algunos como I’m your man de Maria Schrader, Una película de policías de Alonso Ruizpalacios o Feel of Fortune and Fantasy, de Ryusuke Hamaguchi.
De la sección Berlinale Special, destaca el documental dirigido por Pietro Marcello titulado Per Lucio, una pieza dedicada al músico y compositor italiano Lucio Dalla. Después del éxito del cineasta con su última propuesta, Martin Eden, sin duda este documental será una de las paradas obligatorias del festival.
De la joven sección Encounters, destacaríamos, así a bote pronto, la cinta The Beta Test, dirigida por Jim Cummings y PJ McCarbe, así como la nueva propuesta del cineasta canadiense Denis Coté, titulada Hygiène Sociale.
No es hasta la sección Forum que no nos topamos con las escasisimas presencias españolas de la próxima edición de la Berlinale. La primera va de la mano del director Álvaro Gurrea, con la película titulada originalmente Mbah Jhiwo y traducida internacionalmente como Ancient soul. La otra participación nacional en esta sección es una coproducción con Italia dirigida por Fabrizio Ferraro y titulada La Veduta Luminoza.
La última participación española en esta Berlinale es una coproducción junto a Bélgica y Reino Unido llamada Black Beauty: For a Shamanic Cinema, que está programada para la sección Forum Expanded, una selección de 18 instalaciones que se proyectarán entre marzo y junio.