‘El silencio de otros’: La desmemoria histórica

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‘El silencio de otros’ se aproxima de forma íntima y rigurosa a las víctimas de la que es quizás la etapa más negra de la historia de España. | Por Ferran Calvet

Por Ferran Calvet

Una de las primeras imágenes que nos deja este documental dirigido por Almudena Carracedo y Robert Bahar, es la de María Martín, una nonagenaria víctima de la dictadura, rezando a los pies del arcén de una carretera mientras por ella pasan irremediablemente impasibles y aislados los coches. Debajo del asfalto se encuentran los restos de su madre, junto a los de otras personas inocentes que fueron asesinadas deliberadamente por el bando nacional. María pasó gran parte de su vida luchando para que se hiciera justicia y poder enterrar a su madre dignamente, y precisamente la dignidad es el eje de ‘El silencio de otros’, un sobrecogedor documental que presenta, sin tapujos, a las víctimas de la dictadura franquista que todavía hoy siguen batallando para conseguir justicia.

La cinta, que obtuvo un gran éxito en la pasada edición de la Berlinale, llevándose el Premio del Público a Mejor Documental de la Sección Panorama, no ha obtenido el ruido mediático que merecería en España, solapada en la parrilla de estrenos por propuestas más atractivas de cara a la taquilla y el gran público. Pero que en España no se lleve a cabo un ejercicio de memoria histórica como podría ser el de ir en masa al cine a ver esta cinta, no es algo fuera de lo normal, como se ve confirmado en el documental.

El olvido histórico instalado en España, o el silencio, tal y como plantea el título de la obra, proviene de la Ley de Amnistía, aprobada a mediados de octubre del 1977, con la intención u objetivo de olvidar –¿y perdonar?– la etapa oscura que se estaba dejando atrás tras la muerte del dictador. Al fin y al cabo, es tan sólo un parche que cubre de forma artificial unas heridas que todavía hoy siguen abiertas. ‘El silencio de los otros’ expone estas heridas sin abrirlas, porque no necesita hacerlo, y saca a la luz lo que en España es un secreto a voces: cuerpos en las cunetas, bebés robados y personas que han sido torturadas. Todos ellos con batallas que no necesitan la misma dirección, pero que tienen un mismo impedimento jurídico: la Ley de Amnistía española.

Es llamativo el hecho de que, hoy, día 20 de noviembre del 2018, todavía siga vivo el debate sobre la legalidad de actos y asociaciones que manifiestan su afinidad con el régimen, igual que la polémica que envuelve la exhumación de Francisco Franco del Valle de los Caídos, 40 años después de su muerte. Esto confirma la tendencia al olvido que ha existido des de España como estado, y la escasa voluntad de eliminar los símbolos de enaltecimiento del régimen que siguen expuestos en el espacio público español.

Dirigiendo otra vez la mirada a la obra cinematográfica en la que se centra este texto, el documental de Carracedo y Bahar hace el seguimiento durante seis años del proceso que la justicia Argentina abre para investigar los crímenes del franquismo. En este, se pide, entre otras cosas, la extradición al país latinoamericano de torturadores franquistas para ser puestos delante de un juez, entre ellos Billy el Niño, quién hoy en día vive en Madrid a unos pasos de una de sus víctimas, Chato Galante, uno de los protagonistas de la cinta, víctima de torturas en los últimos coletazos del régimen.

‘El silencio de otros’ se aproxima de forma íntima y rigurosa a las víctimas de la que es quizás la etapa más negra de la historia de España, aunque su logro principal no es otro que el de visualizar a estas personas, tan injustamente olvidadas y silenciadas. Es sin duda una obra de obligatoria visualización, de indispensable referencia, de ahora en adelante, para quién se refiera al régimen y sus víctimas, las cuales siguen entre nosotros, conviviendo con las ideologías, símbolos y personas que mancharon de negro sus vidas.

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